sábado, 25 de diciembre de 2010

La versión en hoja suelta del mapa de 1752 del reino de Valencia, conocido como "el mapa de Miñana"


El padre José Manuel Miñana (Valencia 1661-1730) escribió un interesante libro sobre la guerra de sucesión en Valencia, que quedó inédito en el momento de su fallecimiento. Conocedor de la importancia del texto y del peligro de que pudiera perderse, por falta de interés de los herederos del padre Miñana o por otros motivos, el ilustrado Gregorio Mayans llevó a cabo gestiones que le permitieron obtener una copia del manuscrito, y posteriormente proceder a su edición en La Haya, en el año 1752.

El libro se tituló: De bello rustico valentino, y se halla escrito en latín. Figura registrado en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, con el número CCPB000332347-1, que da cuenta de la existencia de cuatro ejemplares en bibliotecas públicas españolas, tres en Valencia y uno en Madrid.

Realmente no es un libro muy frecuente, pero sin duda alguna serán unos cuantos más los ejemplares que puedan encontrarse en otras instituciones españolas, como el adquirido en Suiza en 2010 para la Universitat Jaume I de Castellón, que además está en perfecto estado de conservación.

Al final del libro, y esa es una más de sus características, encontramos cosida una lámina de 325mm x 183mm., conteniendo un detallado mapa del reino de Valencia, citado en numerosas ocasiones, pero aún necesitado de estudio, a pesar de no tratarse de una obra original sino de una versión reducida de un mapa mural anterior, fechado en el año 1693 y confeccionado por el jesuita Francisco Antonio Cassaus.

Sin duda alguna este mapa mural era, a comienzos del siglo XVIII, la mejor representación existente del conjunto del territorio del reino de Valencia, y el padre Miñana no pensó en ella para acompañarla a su libro, pero sí lo hizo Gregorio Mayans, quien debió considerar que, para los desconocedores de la geografía valenciana podía resultar útil que en el libro figurara un mapa del territorio, para poder situar con mayor facilidad los hechos bélicos narrados.

La lámina está muy bien realizada, con una gran técnica y soltura, y contiene una enorme cantidad de información, muy comprimida gracias a la realización de un grabado muy cuidadoso de los topónimos, que al poder confeccionarse a tamaño muy reducido permitió la inclusión de la mayoría de los existentes en el mapa de referencia, que es significativamente mayor.

Hasta hace unos meses tan solo conocíamos la existencia de ejemplares del mapa cosidos a su correspondiente libro. Sin embargo hace muy poco tiempo hemos tenido noticia y podido reproducir un ejemplar de su versión en hoja suelta, y por tanto sin doblar, que se conserva en una colección particular de Castellón. Desde el punto de vista de la información relativa al mapa esta noticia no aporta nada nuevo, la singularidad radica únicamente en la constatación de la existencia de este nuevo formato, que debió realizarse para venderse suelto, como otros muchos mapas de la época, y del que a diferencia del libro habrán subsistido muy pocos ejemplares.

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